martes, 2 de junio de 2009

Trastorno Tóxico

Desde el inicio del ARI (Autism Research Institute), se consideró en la posibilidad de causas externas que estimularan la aparición o el empeoramiento en el Síndrome Autista. El tiempo nos ha dado la razón. Un número siempre más alto de niños, presenta un volumen importante de metales tóxicos dentro de sus células, siendo el Mercurio, el metal que hayamos con mayor frecuencia.


El descubrimiento de unas proteínas llamadas Metalotioneínas, indujo a pensar que podrían ser la causa de la falla en la eliminación de estos metales tóxicos.

Las Metalotioneínas, son proteínas que tienen la función de arrastrar los metales pesados hasta el hígado, donde por un proceso complejo, llamado metilación, donde participa activamente el mineral azufre, logra deshacerse de la mayor parte de los metales tóxicos (conocida como metil-sulfatación hepática).

Parece haber en los niños, un déficit cuantitativo o cualitativo, es decir, no logran producir suficiente cantidad de la proteína, o la producen de mala calidad, que no logra realizar su cometido.

Varios estudios realizados en diversos países, incluyendo España, revelan déficit de esta proteína, aunque no en todos los casos.

Queda evidenciado, de todas maneras, que la eliminación de los metales pesados, por medio de la terapia de Quelación, lleva a una mejoría, a veces notable, en la evolución de todos los casos. Dejando esto entrever la directa relación que hay entre la intoxicación por metales pesados (Hg) y el Autismo-TDH.

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