Como hemos dicho antes, el mayor riesgo es hacer las cosas por uno mismo o que lo haga un personal no calificado. En ambos casos los riegos son muchos hasta el empeoramiento de la situación inicial.
Eso no quiere decir que no encontremos niños a los que les ha ido bien al cambiarle la dieta o darle al azar (o por sugerencia de alguien más), una vitamina o antioxidante. Pero estos niños están en grave peligro si en un momento dado se complican las cosas, porque allí solo el personal capacitado sabrá que hacer.
El problema radica en que en los casos de niños “mal llevados”, hay que hacer una especie de “borrón y cuenta nueva”. Esto implica comenzar casi desde el principio en muchos casos, ya que desconocemos muchas veces la componente bioquímica celular debido a que los niños recibieron tratamiento sin ser seguidos con las analíticas adecuadas.
Insistimos, en buenas manos: NO hay riesgo alguno.
Existen a veces incomodidades como por ejemplo la agitación que puede tener algún niño durante la destrucción de los hongos intestinales (ej. Cándida Albicans), que son síntomas pasajeros. O la del cambio de la rutina alimentaria, que según mi punto de vista es la más compleja de llevar por los padres, más que por los hijos. Ellos son inteligentes y perceptivos, luego de un tiempo de rechazo, se acoplan perfectamente al sentir el beneficio que les trae la nueva dieta.
En conclusión, podemos sostener que no existen riesgos.
lunes, 8 de junio de 2009
Riesgos
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarpara quienes les sirva. dado que lo dificil es encontrar las formas de instrumentar la dieta, hicimos un blog con tips y recetas libres de gluten y caseina. los invitamos a visitarlo!
ResponderEliminarhttp://dietatgd.wordpress.com